miércoles, 15 de diciembre de 2010

El milagro de cada día

 
Posted by Picasa
CONCEPTOS PARA CONSIDERAR

"Neovitalismo y autodeterminación"
Ante la inmovilidad y la esclerosis de un mundo viejo, emerge cada vez con mayor vehemencia una verdadera corriente universal de pensamiento que postula que otro mundo es posible. Una corriente en armonía con la diversidad, situada en su cosmovisión ancestral y dispuesta a incorporarse al universo del saber sin violencia, ni exclusiones sectarias.

El mundo colonial se desvanece y nuestras culturas se expresan por fin soberanas en la elección de su histórico destino, dentro de su propia corriente de opinión: El neovitalismo americano.
HABITATUM

Arturo Avellaneda es un compañero, aunque nunca nos hayamos visto. Es un compañero, simplemente porque compartimos esa necesidad de buscar nuevos caminos en este cambio que está en marcha, compartimos el no quedarnos y el entender que tenemos que poner manos a la obra comenzando de una vez por todas a diseñar el mundo que queremos con fe, cerquita de la naturaleza, un poco más sabios por necesidad.
El compañero de caminos tiene una página, www.permahabitante.com.ar, que estaría muy bueno visiten, porque hay material muy interesante para leer, analizar e incorporar como posibilidad de vida.
Transcribo el comienzo de un fragmento del libro HABITATUM, publicado en esta página, vale la pena leer el resto.

La batalla por el destino común ha comenzado

La naturaleza social de la especie, ha sido desde el comienzo de la historia, un factor determinante en la conformación de una cultura. Tanto el lenguaje, la escritura y la autoridad tribal como actividades culturales, reconocen su origen en hábitos adaptativos humanos construidos por decenas de miles de años de interacción silvestre.

Esta actual reconversión o sublimación de los instintos que la civilización impone, no es infinita, ni su continuidad implica directamente progreso alguno. Cuando la estructura basal de satisfacción es abandonada comienza a distorsionarse el propósito biológico, momento que siempre delatan las patologías mentales. Construcciones adaptativas primero reconvertidas en deseos y quizás mañana, cercados por la escasez, sólo sean privilegios. Un terreno fértil para la alienación representan cada vez más nuestros centros urbanos, donde todo tiene un precio impuesto por otro. Y simplemente, la construcción de otro, nunca es idéntica al legítimo y particular deseo, sino más bien gesto de opresión.

Hiperdesarrollo, no es desarrollo. Post modernidad no es un avance tampoco en la inconsulta tarea de ser modernos. Sencillamente sucede que quienes han podido acceder a una condición privilegiada, conspiran continuamente por su sostenimiento y ya esta concentración abruma el entendimiento de todos los modelos políticos y sociales de construcción colectiva.

Humildad frente a la majestuosa naturaleza humana es lo que falta. Inmoral es desalentar la resistencia a la hambruna, a la pandemia, a la desigualdad en la guerra.

El desarrollo científico, fue un aporte incesante de optimismo. Sin embargo, nadie puede disimular lo trágico que resultará el futuro de la humanidad luego de haber depositado todo el proceso de acumulación de saber, en manos de estos organismos multinacionales de la exclusión y el genocidio planificado que imponen sus privilegios por sobre pueblos y gobiernos periféricos al primer mundo.

Un atroz siglo XXI nos aguarda, aún más cruel que el XX, si no elaboramos nosotros mismos un "saber ser", tan aborigen como el "estar siendo" que acuñó Rodolfo Kusch al aludir a los indios del altiplano. Una modalidad propia e irrepetible de vida con un camino tan aleatorio, basto y flexible como el de cualquier especie silvestre. La prosecución del proceso de hominización es un fenómeno biológico independiente de lo que creamos, pensemos o hagamos como individuos. Una futura construcción coherente con la condición racional de esta nueva especie de ser dotado de conocimiento ha de aportar entonces una nueva forma de pensarse a si mismo, desconocida para el resto de la naturaleza.

El saber sobre una temática social es resultado de una experiencia colectiva. No tiene por que ser científico o religioso o emanado de institución convalidante alguna. El saber es conocimiento y en una magnitud social, la experiencia colectiva genera un verdadero saber plural, que simplemente no puede ser científico por el carácter múltiple de su observador, que es tan múltiple como el observado. Pero es saber, saber complejo. El juego limpio en este campo, tiene nombres familiares: Asamblea, confederación, plenario. En todos los niveles biológicos hay armonía en el campo de la pluralidad. Abejas, cardúmenes, hormigueros, etc. El "saber ser" de los instintos primarios, que tantas veces ha inspirado en el hombre la existencia de una inteligencia superior en algún otro lado. Pero cual será esa condición superior para el hombre que trata de sobrevivir dentro de un Estado moderno.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

 
Posted by Picasa
 
Posted by Picasa
LOS NIÑOS FUMIGADOS DE LA SOJA...
Quien sabe que se comete un crimen y no lo denuncia, es un cómplice
José Martí
El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida.
CHICOS ROCIADOS CON PESTICIDAS TRABAJAN COMO BANDERAS HUMANAS.
Escrito por Diario La Capital - Rosario -

A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza'.
Gentileza de Arturo Avellaneda arturavellaneda@ msn.com

LOS NIÑOS FUMIGADOS DE LA SOJA
Argentina / Norte de la provincia de Santa Fe Diario La Capital

Las Petacas, Santa Fe,
29 septiembre 2006
El viejo territorio de La Forestal, la empresa inglesa que arrasó con el quebracho colorado, embolsó millones de libras esterlinas en ganancias, convirtió bosques en desiertos, abandonó decenas de pueblos en el agujero negro de la desocupación y gozó de la complicidad de administraciones nacionales, provinciales y regionales durante más de ochenta años.
Las Petacas se llama el exacto escenario del segundo estado argentino donde los pibes son usados como señales para fumigar. Chicos que serán rociados con herbicidas y pesticidas mientras trabajan como postes, como banderas humanas y luego serán reemplazados por otros. 'Primero se comienza a fumigar en las esquinas, lo que se llama 'esquinero'. Después, hay que contar 24 pasos hacia un costado desde el último lugar donde pasó el 'mosquito', desde el punto del medio de la máquina y pararse allí', dice uno de los pibes entre los catorce y dieciséis años de edad. El 'mosquito' es una máquina que vuela bajo y 'riega' una nube de plaguicida. Para que el conductor sepa dónde tiene que fumigar, los productores agropecuarios de la zona encontraron una solución económica: chicos de menos de 16 años, se paran con una bandera en el sitio a fumigar.. Los rocían con 'Randap' y a veces '2-4 D' (herbicidas usados sobre todo para cultivar soja). También tiran insecticidas y mata yuyos. Tienen un olor fuertísimo. 'A veces también ayudamos a cargar el tanque. Cuando hay viento en contra nos da la nube y nos moja toda la cara', describe el niño señal, el pibe que será contaminado, el número que apenas alguien tendrá en cuenta para un módico presupuesto de inversiones en el norte santafesino. No hay protección de ningún tipo. Y cuando señalan el campo para que pase el mosquito cobran entre veinte y veinticinco centavos la hectárea y cincuenta centavos cuando el plaguicida se esparce desde un tractor que 'va más lerdo', dice uno de los chicos. 'Con el 'mosquito' hacen 100 o 150 hectáreas por día. Se trabaja con dos banderilleros, uno para la ida y otro para la vuelta. Trabajamos desde que sale el sol hasta la nochecita. A veces nos dan de comer ahí y otras nos traen a casa, depende del productor', agregan los entrevistados. Uno de los chicos dice que sabe que esos líquidos le puede hacer mal: 'Que tengamos cáncer', ejemplifica. 'Hace tres o cuatro años que trabajamos en esto. En los tiempos de calor hay que aguantárselo al rayo del sol y encima el olor de ese líquido te revienta la cabeza. A veces me agarra dolor de cabeza en el medio del campo. Yo siempre llevo remera con cuello alto para taparme la cara y la cabeza', dicen las voces de los pibes envenenados. -Nos buscan dos productores. Cada uno tiene su gente, pero algunos no porque usan banderillero satelital. Hacemos un descanso al mediodía y caminamos 200 hectáreas por día. No nos cansamos mucho porque estamos acostumbrados. A mí me dolía la cabeza y temblaba todo. Fui al médico y me dijo que era por el trabajo que hacía, que estaba enfermo por eso', remarcan los niños. El padre de los pibes ya no puede acompañar a sus hijos. No soporta más las hinchazones del estómago, contó. 'No tenemos otra opción. Necesitamos hacer cualquier trabajo', dice el papá cuando intenta explicar por qué sus hijos se exponen a semejante asesinato en etapas. La Agrupación de Vecinos Autoconvocados de Las Petacas y la Fundación para la Defensa del Ambiente habían emplazado al presidente comunal Miguel Ángel Battistelli para que elabore un programa de erradicación de actividades contaminantes relacionadas con las explotaciones agropecuarias y el uso de agroquímicos. No hubo avances. Los pibes siguen de banderas. Es en Las Petacas, norte profundo santafesino, donde todavía siguen vivas las garras de los continuadores de La Forestal. Fuente: Diario La Capital, Rosario, Argentina

domingo, 5 de diciembre de 2010

 
Posted by Picasa
LOS CHICOS NO QUIEREN QUE FUMIGUEN CERCA DE SUS CASAS
Les llamó la atención la desinformación de sus vecinos.



Alta Gracia. Estudiantes de quinto y sexto grado de la Escuela Julio Barrientos, de barrio Virrey Liniers de Alta Gracia, presentaron al Concejo Deliberante un trabajo sobre la utilización de agroquímicos en campos vecinos al sitio en el que viven.

Virginia Ávalos, una de sus docentes, señaló que realizaron unas 80 encuestas con vecinos de dos barrios que colindan con campos cultivados. “Lo que más le llamó la atención a los chicos fue la falta de información de los vecinos. Muchos no relacionaban que hay problemas de salud que pueden venir de las fumigaciones”, explicó Ávalos.

Los chicos y vecinos fueron recibidos por los ediles en audiencia. El estudio realizado contó con la colaboración de la agrupación Taller del Dragón, que se viene movilizando por esta temática. “Los chicos pidieron una zona de 1.500 metros sobre el área poblada, sin fumigaciones”, dijo Jorge Palacios, de la agrupación, sobre un petitorio que presentaron.

Los estudiantes aseguran que se desprende de las entrevistas que hay zonas donde se fumiga a 50 metros de las viviendas. También relevaron datos sobre enfermedades que padecen vecinos, relacionadas con afecciones respiratorias y en la piel, entre otras.

Durante la audiencia, Viviana Segado, otra docente, aclaró que no están en contra de los productores rurales, sino que esperan que se respeten los derechos de sus vecinos.

En ese marco, los ediles y el viceintendente Oscar Tissot destacaron que si sucedieran irregularidades, la Municipalidad debe tener conocimiento, ya que existe una ordenanza desde 2008 que regula el uso de los agroquímicos en la ciudad, en línea con la ley provincial.

La ordenanza establece que los productores agropecuarios, vecinos a la ciudad, deben pedir autorización al municipio para cada fumigación. Y que el municipio se debe ocupar de informar a los centros vecinales de cada aplicación.

La receta fitosanitaria de los productos la debe controlar un inspector municipal y llevar la firma de un ingeniero agrónomo que se haga responsable, además de respetarse los productos y distancias que marca la ley provincia. Esa ley no prohíbe fumigar campos pegados a áreas urbanas, salvo con algunos productos, y bajo ciertos requisitos.

Los ediles se comprometieron ante los chicos y docentes a instrumentar medidas para asegurar los controles.

Por su parte, la subdirectora de Ambiente de la Municipalidad, Gabriela Lavilla, aseguró que se realizan los controles que exigen las normas al momento de cada fumigación cercana a barrios. “A una calle de por medio se puede fumigar pero sólo con productos banda verde y azul, es decir, los menos tóxicos”, explicó.