miércoles, 16 de febrero de 2011

Para disfrutar

 
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LECTURA PARA INCORPORAR Y LUEGO MEDITAR
Naomi Klein y una autocrítica:

“¿A favor de qué estamos?”Categoría: Notas
La intelectual y militante canadiense, autora de No Logo, planteó en 2003 que los movimientos sociales no pueden ser básicamente “anti”. ¿Qué construir, con autonomía, después del “que se vayan todos”? La cooptación, la parálisis, y la diferencia entre ser crítico y ser productivo, para evitar convertirse en una isla.

La autora de No Logo advirtió que “corremos el riesgo de convertirnos en islas” al cuestionar que el movimiento autónomo sea básicamente ‘anti’, sin formulación de propuestas, actitud que lleva a la parálisis. Planteó que no debe abandonarse el debate sobre el poder, y que tiene que haber una manera de construir la autonomía sin aislarse del mundo. Propuso, además, encontrar la conexión entre un proyecto alternativo y la transformación política, con el coraje suficiente para afrontar las críticas que acusarán a tal actitud de reformismo.
Uno de los espacios más productivos e interesantes del Foro ha sido el de Intergalactika. Ubicado detrás del campamento juvenil concentró las actividades de varios colectivos que representan lo mejor del movimiento autónomo. Fue justamente esa palabra la que convocó a un debate, el único del que participó Naomi Klein, la escritora canadiense autora de No logo.
Ubiquémonos primero, para entender qué significa la presencia de Naomi en esta charla. En principio, Intergalactika ocupó una carpa amplia y mal iluminada, al costado del río que bordea el campamento. Esto significa que el primer día de lluvia todo quedó convertido en un barrial. Sobrepuestos al mal tiempo, tuvieron que enfrentar después la poca información que sobre estos espacios brinda el Foro. Colocaron carteles en todo el campamento, pero no pudieron llegar a difundirlos en la convocante sede de la PUC, eje central del foro. Por último, no contaban con traducción, lo cual resolvieron repartiendo en sitios estratégicos voluntarios dispuestos a colaborar para que nadie se perdiera la charla.

Las dificultades no hicieron mella entre quienes se sintieron atraídos por la cantidad y variedad de propuestas que ofrecieron. La proyección de los videos de Indymedia Argentina, sobre la lona de la carpa, convocaron en plena noche a más de 300 personas que siguieron las alternativas de la lucha piquetera. Sentada en el pasto, Naomi Klein fue una de ellas.

Tal como había anticipado, esa sería su única declaración pública en el marco del Foro “y será mala”, aclaró con pudor ya el jueves pasado, “porque estoy acostumbrada a escribir, no a hablar en público.”

No es casual, entonces, la presencia de Noami en ese espacio. Ni que hasta allí haya llevado -aunque nadie lo reconociera- a Michael Hart, el autor -junto a Tony Negri- del libro que actualizó el vocabulario del movimiento: Imperio. (Las autoridades del Foro no invitaron a Hart a participar de ninguna actividad, y solo estuvo dos días).
Doscientas personas sentadas en círculo compartieron las reflexiones de la escritora, traducidas entre tres personas que aportaban precisiones para lograr que fueran exactas, lo cual obligaba a Naomi a detenerse cada vez. El resultado fue un monólogo con frases-concepto, y pensamientos condensados, más que desarrollados. Así y todo, lo que sigue de la exposición de Naomi Klein debe tomarse como lo que es: apenas un testimonio.
“Creo y siento una energía creciente del movimiento autónomo. Es una energía que se genera como respuesta a la estática. Es reactiva: anti estática”.

“Muchos vienen al Foro a escuchar a personas que reconocen como los que más saben, como sabios, pero muchos de ellos no saben más que los que están sentados escuchándolos. En algún punto se reproducen aquí prácticas jerárquicas que están lejos del verdadero espíritu del movimiento.”

“Estoy viviendo en estos días y por unos meses en Buenos Aires, haciendo un documental sobre la democracia y la acción directa, mirando a la Argentina después del 19 y 20, en un intento de ver cómo evoluciona el movimiento autónomo.”
“Una pregunta que me surge observando este proceso es la siguiente: si no estamos con el capitalismo, ¿que alternativa nos queda, es decir, a favor de qué estamos?”
“La idea del ‘que se vayan todos’ expresa el rechazo por la democracia participativa, la democracia de representantes. Hay en ese sentido muchos movimientos que en la Argentina expresan ese sentimiento y ese deseo muy poderoso.”

“También por eso quedan allí en claro los desafíos que tenemos ahora en el movimiento, y que pueden visualizarse también en este foro. La pregunta actual del movimiento global es cuál es la alternativa. Es la misma pregunta que está presente en Buenos Aires y que quedó planteada en el momento después de gritar que se vayan todos.”

“No hay una respuesta. Sin embargo, en este momento hay quienes piensan que la respuesta es que de ese vacío o parálisis que deja el ‘que se vayan todos’ va a salvarlos un Chávez o un Lula.”
“He podido ver en Buenos Aires cómo los partidos políticos están creciendo. Los jóvenes son cooptados por los partidos políticos y esa política de cooptación podemos verla aquí mismo, en el Foro. Eso es posible porque no hemos encontrado una buena respuesta a ese después.”

“La autonomía y la democracia directa no son propuestas suficientes, no les alcanza. Y por eso les resulta más seductor entrar allí, donde los partidos tienen todo resuelto.”
“Tenemos que comenzar por reconocer que la bronca y el enojo, el grito, el ‘anti’ lleva a una parálisis. Tenemos que reconocer que la cooptación es hoy una realidad, está sucediendo y que esa cooptación tiene que ver con la incapacidad actual del movimiento de ofrecer una alternativa.”
“Este es un momento crucial para el movimiento porque estamos viendo crecer a un tipo de estructura diferente, podemos ver a los Lulas y los Chávez. Pero no podemos ver qué nos pasa a nosotros. Y eso solo puede lograrse con una profunda autocrítica y autoanálisis. Tenemos que pensar qué tipo de movimiento queremos. Y, en mi opinión, esto se logra pasando más allá de la crítica. Formulando una propuesta.”

“La pregunta es: ¿queremos algo más que la crítica? Una de las características fundamentales del movimiento ha sido hasta ahora esa: ser anti. Pero creo que ha llegado el momento de formular las afirmaciones, de ser productivo, aún a riesgo de ser criticados, porque corremos el riesgo de convertirnos en islas.”

“Quiero recordar con ustedes algo que pasó con el movimiento pacifista de los 60. En esos momentos, la juventud se separó de la gente y algunos incluso se aislaron, construyendo comunidades utópicas. Algunas de esas comunidades pude verlas en Canadá, a donde emigraron para evitar ir a la guerra. Construyeron campos orgánicos, escuelas comunitarias, energía solar. Construyeron una vida, lejos del mundo. Y así, abandonaron a la gente.”
“Tiene que haber una manera de construir la autonomía sin aislarse del mundo. Tenemos que encontrar la conexión entre un proyecto alternativo y la transformación política del mundo. No de nuestro mundo, sino el de todos. Debemos ser capaces no solo de transformarnos, sino de transformar a todos. Pero tenemos miedo de dar ese paso y trasladar estas acciones políticas que realizamos a pequeña escala para llevarlas a gran escala.”

“Si convertimos estas experiencias en islas, abandonando el debate sobre el poder, no tenemos entonces el derecho a quejarnos porque esos espacios son ocupados por burócratas partidarios.”

“Hay que tener el coraje para afrontar las críticas, para crear una alternativa e incluso para escuchar que nos llamen reformistas. Hay que tener el coraje de pegar ese salto que nos una con la gente, con el mundo y con nuestra época.”