viernes, 5 de febrero de 2010

PUBLICADO EN BOLETÍN Nº 32

VAYAMOS TERMINANDO…

La lluvia pasó y se expresó con temperamento, ayudada por vientos fuertes, rayos y truenos. Todos juntos haciéndonos sentir pequeños, en algún punto indefensos, causando daños.
Pero pasaron, como pasan tantas otras cosas y realmente llegó el alivio con temperaturas más bajas previstas por la locutora durante la mañana.
Un alivio importante, que más allá de haberse llevado esa
sensación de sofoco, dejó esa sensación de la que ya hablamos.
Pero también dejó otras. Un alivio no buscado pero tranquilizador, como el de comprobar que el haber escuchado a esos adelantados (que por suerte siempre hay) hace bastante tiempo e intentado compartir sus pensamientos con los más cercanos y los compañeros de lucha, aún no siendo comprendida, no fue inútil. Que tener la ventaja de poder ver algunas realidades en su totalidad interpretando el futuro que estas ocasionarán, no es, como pensaba, una desgracia o una desventaja, sino todo lo contrario y además una responsabilidad. Pero que a esa posibilidad personal hay que saber acompañarla con una buena dosis de espera, paciente y atenta. Pasados los meses, preguntas que hacía sin ser escuchada, sintiéndome impotente, obtienen respuestas de la mano de otros compañeros del país y países vecinos. Títulos como este ¡Cambiemos el sistema, no el clima! y similares, son presentados encabezando escritos realizados por investigadores, sociólogos y analistas políticos de renombre mundial. Preguntas relacionadas a papeles tradicionales, como los desarrollados por los sindicatos de trabajadores son puestas en la mesa: ¿está bien defender los derechos de los trabajadores que desempeñan sus tareas en empresas contaminantes? porque si bien los trabajadores tienen derecho a ser defendidos, lograr éxito en sus reclamos significa también lograr cierta estabilidad laboral para las empresas que atentan contra la vida. ¿No será hora de comenzar a pensar en espacios laborales alternativos que siendo fuentes de trabajo estables no perjudiquen al medio ambiente donde se desarrollan? Una y otra vez los viejos y repetidos parámetros puestos en la mira desde un lugar totalmente diferente a los ya conocidos, reiterando en cada oportunidad con más urgencia, la necesidad de cambios.
Un alivio ver estos y muchos otros temas tratándose, saber que se esperan unos 15.000 delegados para la próxima reunión climática en la Ilajta y que asambleístas de toda la Argentina tratan la posibilidad de estar presentes. Que el tiempo no puede ser tratado como en el pasado, que ahora y en las condiciones de nuestro planeta es una de las variables más importantes en todo lo que se pueda proyectar. Que las estrategias a desplegar en relación a la problemática ambiental deben ser rápidas, conjuntas e íntimamente relacionadas con la prevención. Que nada es más importante que la vida y cualquier otro análisis desarrollado en relación a otros temas que no la tengan como protagonista resultan en estos momentos hasta frívolos y que definitivamente más allá de comprender los diferentes grados de responsabilidad que nos competen a cada uno, la tierra y el planeta donde vivimos es una cuestión de todos. Un alivio y no por el simple y mínimo hecho de pensar en haber tenido razón, sino por el fantástico reconocimiento de transitar sin distracciones por el camino que creo correcto. De verdad, todo un alivio.

Poli Echevarría
por
Los CUATRO GATOS LOCOS

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