jueves, 15 de abril de 2010


LECTURAS ALTERNATIVAS
APORTES PARA LA RELEXIÓN, año 2010.

PORQUÉ NOS ALEJAMOS DEL PROYECTO DE DIOS:

Debemos redefinir, retomar, redescubrir el Proyecto de Dios, para el
Planeta y el Universo, para TODOS nosotros. De otra forma será
difícil, sino imposible, mejorar nuestras relaciones, nuestra calidad
de vida.

Algunos le llaman crisis de civilización y se puede resumir analizando
dos principales desvíos, que se fueron dando en el tiempo y cuyo
resultado es la sociedad de consumo.

Desvío 1: Cuando nos fuimos considerando fuera de la naturaleza. Como
seres superiores a todo, como apartados del resto, de plantas,
animales etc. Negando que la Creación fue una y el Creador el mismo
para todos. Desconociendo que Dios vio que era bueno todo lo que iba
creando y dudó cuando creó al hombre, a la especie humana.

Desvío 2: Cuando dejamos de vivir en Comunidad. Fuimos adquiriendo
prácticas individualistas, del “sálvese quien pueda”.

Podemos asegurar que perdimos nuestra IDENTIDAD y que volver a
encontrarla será como volver al Proyecto de Dios.

Cuando desconocemos a la Madre Tierra, a la Pachamama, como la madre
total, la madre mayor, nos alejamos del Padre y no actuamos como
hermanos, entre nosotros y menos con el resto de los seres vivos.

Nos cuesta entender que el Planeta es un ser vivo (Gaia) y que somos
apenas unas “partecitas” del TODO. Preferimos ser el centro del
Mundo: antropocentrismo y no una parte de su vida: biocentrismo. Y al
no asumir lo principal, tampoco entendemos al resto. El Libro de Job
nos enseña con creces nuestro rol, nuestro “lugar en el mundo”.

CONSECUENCIAS NEGATIVAS

Hacer dinero explotando la naturaleza es uno de los mayores pecados,
es hacer lo contrario de lo que nos propone Dios, es negar la
Creación. Las excusan sobran, y hasta hay explicaciones teológicas,
como que debemos dominar la naturaleza, ponerla a nuestra disposición.
Entonces se hace fácil explotar al hombre, que forma parte, ponerlo a
disposición del poderoso y matarlo, total que tenemos hasta una
justificación teológica. Y cuando hablamos de matar, lo decimos porque
el hambre y las enfermedades evitables derivan en una disminución de
la calidad de vida, derivan en acortar la vida, haciendo caso omiso a
la “Vida en Abundancia” que nos propone Dios.

Y a esto, que le llaman democracia, lo alimenta leyes que justifican
nuestros desvíos.

CUAL ESPIRITUALIDAD?

Cuando acordamos en llamarla Madre Tierra, Pachamama, madre de todas
las madres, respondemos a una verdad absoluta, no discutida por nadie.
Desde allí nace todo lo que es VIDA. Imaginen lo alejado que estamos,
si ponemos tanto cemento, tanto asfalto, tanta distancia, con la
Tierra, sobre todo en las ciudades.

Sin reconocer a nuestra Madre, será difícil reconocer al Padre, será
difícil entender su proyecto e involucrarnos en el.

Los Antiguos Pobladores nos enseñan su forma de relacionarse cuando
dicen: “Pasamos por el monte sin dejar huellas”. Cuando piensan en
siete, en nueve generaciones, cada vez que contactan un curso de agua,
el suelo, los alimentos, las medicinas etc. “La Tierra no nos
pertenece, nosotros pertenecemos a la Tierra”

Nuestra espiritualidad principal, cuando rezamos el Padre nuestro que
estás en los Cielos, cuando definimos que somos todos hermanos, se
hace incompleta porque no incluimos al resto de la naturaleza.
Nos ponemos en otro nivel que el hermano sol, la hermana luna, el
hermano árbol o la hermana agua, la hermana planta o el hermano aire.
Nos alejamos de la “integralidad” que nos propone Dios, nos alejamos
de Su Proyecto. Y cuando agredemos la naturaleza, la Creación, nos
agredemos a nosotros mismos y cuando la naturaleza se queja hacemos
oídos sordos. Y como partimos mal seguimos peor. Y se hacen difíciles
las propuestas de mejoras, de cambios, de vidas alegres, de vivir
mejor.

Si la enfermedad es un aviso, una manifestación de nuestra mente, de
nuestro cuerpo que nos quiere decir que algo equivocado hicimos, los
desastres naturales son también consecuencias de los “malos tratos”,
del desconocimiento, del alejamiento del “Proyecto de Dios”, en la
relación con nuestro Planeta.

CUAL COMUNIDAD?

Tenemos un mensaje viviente, en nuestros hermanos Antiguos Pobladores:
a pesar de ser ninguneados, marginados, explotados, robadas sus
tierras, desplazados y tentados por la llamada civilización del
consumo, siguen respondiendo a la vida comunitaria, a sentirse parte
de la Creación, a pensar en el futuro de las generaciones, sin olvidar
sus ancestros, sin negar sus culturas, sin apartarse del monte que los
vio nacer. Nos toca aprender de Ellos, nos toca imitarlos, recuperar
sus valores, entender el mensaje, asimilarlo en nuestras vidas.

Esta claro que no nacimos para habitar ciudades populosas, tan
inhumanas como parecen, donde nadie se reconoce, con medios de
comunicación por doquier, pero irremediablemente incomunicados. Nos
cruzamos con miles cada día y apenas saludamos al verdulero de la
esquina.

La vida comunitaria nos permite ser, gracias a la presencia del otro y
sin comunidad al otro no se lo incluye, está pero no es, no lo
asumimos, no lo incorporamos y entonces tampoco somos.

AMAR AL PRÓJIMO

Estamos preparados para amar a nuestros familiares, pero cuando
queremos ampliar…
Lo bueno que actualmente tenemos una explicación química, de lo bien
que nos hace cuando sentimos amor. Tenemos una glándula en el cerebro,
que produce hormonas del grupo positivo de endorfinas, cuando amamos y
tenemos buenas ondas. Las mismas ayudan al resto del cuerpo, a las
otras glándulas, a funcionar bien, según conviene a nuestra salud, a
la alegría de vivir. Cuando andamos con odios y rencores, las hormonas
son del signo negativo y repercute contra nuestras funciones y
digerimos mal, dormimos mal y andamos malhumorados en todo, hasta con
nosotros mismos.

Nuevamente comprobamos que el Señor tiene razón cuando nos propone
amarnos y quienes podamos crecer en el amor somos los favorecidos.
Cuanto más amamos más nos favorecemos y si incluimos a “toda la
naturaleza” tenemos acceso a la felicidad integral. Falta mucho, pero
el camino que hacemos en dicha dirección es EL CAMINO HACIA EL REINO.

SISTEMA PRODUCTIVO:

“SED COMPASIVOS COMO VUESTRO PADRE ES COMPASIVO” Lucas 6, 30

Uno de las principales actuaciones de Jesús, según el Teólogo José
Antonio Pagola. Y es verdad que muchos de nosotros nos podemos
identificar con el buen samaritano, pero la sociedad en general y los
habitantes de las ciudades en particular, sienten muy poca o ninguna
compasión con la naturaleza. Algunos arguyendo que el Planeta es
infinito y sus bienes los tendremos para siempre. La gran mayoría por
no sentirse parte o por no medir las consecuencias, como el
“Calentamiento Global” y el “Cambio Climático, que atenta contra la
vida del Planeta.

De otra manera no se entiende que maltratemos la tierra, el agua, el
aire y contaminemos nuestras vidas. El sistema o modelo productivo
vigente es muy demostrativo al respecto. La naturaleza nos muestra que
VIDA y BIODIVERSIDAD son sinónimos, sin embargo insisten con el
monocultivo de la soja, el maíz, el pino y muchos otros. Los mismos
monocultivos que degradan la tierra, alteran el ciclo del agua,
disminuyendo su calidad, como la del aire, contaminan nuestras vidas y
nuestro futuro. En una actitud francamente incompasiva, agresiva con
la naturaleza es decir suisida. Produciendo pobreza por la expulsión
de los pequeños campesinos y concentrando la tierra y las riquezas.

Porque el “pecado principal” no es la pobreza, sino la riqueza

Si estos gobiernos, cómplices y favorecidos con el sistema, como las
empresas multinacionales y la clase dominante que lucran con la
degradación de nuestra salud, del ecosistema y hasta con la muerte.
Si la Pascua es el paso de la muerte a la VIDA, con este modelo
estamos haciendo el camino inverso.

Juan Yahdjian, para el Espacio Ecuménico.

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